La política de Bienestar y Protección Social nació y se desarrolla en el marco de las sociedades capitalistas, constituyéndose en mecanismos que el Estado emplea para armonizar las diferencias de clases. Históricamente fue necesario adoptar regímenes y hay diferencias en cada país y región del mundo, sobre todo Europa y los países escandinavos con el resto del mundo.
Es crucial revelar las características de dichas políticas en Paraguay y su comparación con experiencias regionales, a partir de la tensión entre mercantilización y desmercantilización de las políticas sociales, los mercados de trabajo que predominan y su implicación en la desigualdad entre las clases sociales. Además se hace necesario observar, además de la estructura y funcionalidad de los modelos de Estado, las prácticas concretas en microespacios que abordan la implementación, el monitoreo, la evaluación, y la sistematización de la política pública en materia social. Esto debido a que la ejecución de esquemas concretos de bienestar y protección social contribuye a la constitución de sujetos en función de sus necesidades traducidas en demandas ante la instancia estatal y la sociedad en general. Vale decir, el aporte (o no) que la implementación de cualquiera de los programas de políticas públicas de bienestar y protección social genera en el status de ciudadanía interpela la potencialidad de los sujetos colectivos para conquistar o ampliar los derechos económicos, sociales y culturales.
Es particularmente importante el abordaje de los modelos, ya que en el marco de los pilares básicos de la política pública (Asistencia Social, Seguridad Social y Servicios Sociales) la experiencia paraguaya apenas se circunscribe a la cobertura de los trabajadores del sector formal del mercado de trabajo y de los habitantes que se hallan en situación de extrema pobreza, restringiendo aspectos y objetivos más amplios. La problematización a este respecto que constituye un eje de sumo interés, no sólo en lo que concierne al estudio del régimen histórico-concreto de bienestar en el país, sino su marco sociopolítico, entendido como objeto de demandas y movilizaciones para apuntalar mayor acceso y calidad de los servicios.
La disyuntiva entre universalización versus focalización habilita el debate público sobre los derechos de ciudadanía y sobre los retos de la sociedad paraguaya hacia su democratización, no sólo política sino también –y sobre todo– económica y social. Por eso, este eje abarca reflexiones a partir de marcos teórico-metodológicos y su correlato empírico de expresiones concretas en planes, programas y proyectos que los Estados –en particular el paraguayo– adoptan para dar respuesta a la cuestión social.